No pierdas las esperanzas, la esperanza
es la que nos da la fuerza para continuar
aún cuando sientes ganas de rendirte.
Nunca desistas en creer en ti;
siempre que tú crees que puedes,
tendrás una razón para tratar.
No dejes tu felicidad en las manos
de otros; mantenla siempre en las tuyas,
para que permanentemente esté a tu alcance.
No midas el éxito o el fracaso
sólo por las riquezas materiales.
Lo importante es como tú te sientas;
nuestros sentir determina la riqueza
de nuestra vidas. No dejes que los malos
momentos te frustren; se paciente y pasarán.
No vaciles ni un momento en pedir ayuda;
todos las necesitamos de vez en cuando.
No huyas del amor, es más, acércate a él,
porque es nuestra alegría más profunda.
No esperes que lo que desees venga a ti:
anda, consíguelo con todo lo que tú eres,
sabiendo que la vida no es completa.
No te sientas perdido cuando tus planes
y sueños quedan cortos a tus esperanzas.
En cualquier tiempo tú aprendes algo
nuevo acerca de ti o acerca de la vida,
tú has progresado por lo que has aprendido.
No hagas nada que te quite el respeto a ti mismo.
Siéntete bien de tu persona: es esencial
sentirse plenamente bien con la vida.
Nunca olvides cómo reír o ser muy orgulloso
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