El ginseng asiático (Panax ginseng) se encuentra fundamentalmente en el hemisferio norte y principalmente en China, Tíbet, Mongolia y Corea. Tradicionalmente las especies coreanas y las de la región de Manchuria (China) se consideraban las más valoradas. Los chinos adinerados pueden llegar a pagar 200.000 dólares por las propiedades revitalizantes de una raíz de ginseng de primera clase. Estas raíces tan altamente valoradas, crecen de forma silvestre en las regiones montañosas de Corea y al nordeste de China, en las montañas de Xiaoxinganling y Changbai. Se desarrollan en pendientes pronunciadas entre 500 y 1.100 metros de altitud por encima del nivel del mar. Se ha descubierto que el ginseng salvaje que crece en los árboles ancestrales, en suelo de arcilla y con aire muy húmedo, tiene mayor potencia que el ginseng que crece fuera de su ambiente natural que es de uso comercial. Esto demuestra que la naturaleza que posee una planta, está íntimamente relacionada con el ambiente de su origen. Según la filosofía Daoista, debido a su crecimiento en las montañas frías y oscuras, se describió el ginseng como de naturaleza ligeramente fría, lo que es ser más Yin. Pero también es algo Yang, puesto que crece en las laderas de las montañas, lo cual se consideraba ser Yang. El ginseng es una de la plantas más valoradas por los médicos chinos y su uso data como mínimo de 5.000 años. Se le atribuyen muchos beneficios para la salud. Numerosos científicos occidentales destacados, se preguntan cómo una planta puede tener tanto uso terapéutico. La respuesta a esto es relativamente simple, cuando entendemos lo que los médicos chinos tradicionales conocían muy bien: que el efecto primordial del ginseng en el cuerpo es regular el funcionamiento de la hipófisis. La glándula hipofisaria y tiroidea regulan la producción de otras hormonas en el cuerpo. Las hormonas sexuales y las segregadas por las glándulas suprarrenales, también están reguladas por la hipófisis. Esta puede ser la razón por la que el ginseng tiene la reputación de actuar como rejuvenecedor y de conservar la salud de los órganos sexuales. Los chinos, como una costumbre de toda la vida, tienen un método tradicional y simple de utilizar el ginseng. Se guarda un trozo de raíz seca en el bolsillo. Cuando se necesita una recarga de energía, ya sea debido a una enfermedad, fatiga o cuando el entusiasmo por la vida empieza a disminuir, se saca la raíz y se masca un trozo pequeño. (También se suele preparar varias ollas de te hasta que se renueva la vitalidad). Luego se deja la raíz sin usar en el bolsillo, hasta que se necesite en el próximo desafío. Aquí radica la utilidad más grande del ginseng – como un refuerzo de energía en un corto periodo de tiempo. Los occidentales, buscando beneficiarse de sus cualidades, deberían usarlo de la misma manera. Aquellos de nosotros con una hipófisis saludable, que nos movemos rápido todo el día con energía y entusiasmo para quemar y que no cargamos con exceso de peso, no necesitaremos ginseng. En cambio aquella gente más pesada, que se mueve un poco más lento puede beneficiarse al tomar una taza de té de ginseng de vez en cuando.
|
Sistema nervioso simpático y parasimpático ¿Qué diferencia hay entre el sistema nervioso simpático y el parasimpático?, ¿ que funciones tienen cada uno?. En Demedicina.com te lo contamos una visión clara de cómo actúan estos sistemas en el cuerpo humano. El sistema nervioso El sistema nervioso se divide en dos partes, el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico. Dentro del sistema nervioso periférico, está el sistema nervioso autónomo. En el sistema nervioso autónomo están el sistema nervioso simpático y el parasimpático. ¿Qué funciones tienes estos sistemas? El sistema nervioso autónomo Es la parte del sistema nervioso que se controla nuestras acciones involuntarios, actúa sobre los vasos sanguíneos, músculos o glándulas. Regula los procesos vitales o la homoestasis. Se divide en: Sistema nervioso simpático Sistema nervioso parasimpático El sistema simpático Este sistema nos prepara para la acción. Este es el si...
Comentarios
Publicar un comentario