Para muchas mujeres de hoy la maternidad es una opción que puede y debe esperar. Antes de los hijos están los estudios, la profesión, los viajes y todo un mundo por vivir. En nuestros días la maternidad es un asunto que concierne más a la madurez que a la euforia de los años mozos.
Sin embargo, nos sigue sorprendiendo el número cada vez mayor de mujeres que terminan siendo madres en plena adolescencia. Según datos de Profamilia, las niñas que ingresan a su programa de madres adolescentes oscilan entre los 16 y los 17 años, sin descontar los casos de niñas madres a los 14 y 15 años. El asunto no se reduce a la cultura o a las condiciones socioeconómicas o a los niveles de educación y se trata en últimas, de una problemática que sigue generando violencia familiar y que le sigue cambiando el rumbo a la vida de muchas mujeres.
El PAMA
El PAMA, que es el programa de Profamilia orientado a las madres y a los padres adolescentes, ofrece a los adolescentes un espacio de atención integral, encaminada a asumir la maternidad de una mejor manera. Dentro del programa está muy claro que la participación masculina es un elemento clave si de corregir errores se trata. Brindar una atención integral, que contemple aspectos como la afectividad, la aceptación y la adaptación a los cambios que se vienen encima es el objetivo de este programa.
La misión está encaminada en dos direcciones. Por un lado lograr que las madres adolescentes tengan las mismas expectativas de vida que cualquier otra joven. En el mismo orden asegurarles a los niños de madres jóvenes una buena calidad de vida y un ambiente sano emocional y psicológicamente. El otro eje de trabajo debe estar dirigido a la prevención, que en realidad es algo más que la famosa educación sexual que hoy se imparte en los colegios. El verdadero secreto de la prevención está en la formación de valores y afectos más que en la información que los chicos puedan recibir. Una equilibrada combinación de afecto y oportunidades nos dará jóvenes seguros y responsables. Se trata de una labor que concierne a padres, maestros y también claro, a los contenidos que vemos a diario en los medios de comunicación, con miras a lograr una maternidad más justa y una adolescencia más sana.
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