El ritmo de vida actual nos hace recurrir a métodos alternativos para curarnos de todos los males que nos provoca. Uno de las más célebres últimamente es el de las Flores de Bach, una terapia basada en la medicina clásica y el uso de ingredientes naturales que nos ayudan a eliminar los síntomas desde la raíz a través del desbloqueo energético. Así leído suena un tanto marciano, pero la Terapia de las Flores de Bach va ganando adeptos día tras día.
El nombre de este método curativo nada tiene que ver con el célebre compositor alemán, sino que le deben su nombre al doctor Edward Bach, un investigador inglés que hace unos 50 años descubrió los enormes beneficios de estas plantas. Hoy es considerado como el que revolucionó toda la medicina alternativa contemporánea.
Bach basó su método en un concepto que la medicina occidental normalmente no trabaja: la relación entre el alma humana y la manifestación de una enfermedad. Es decir, que se planteó un origen más que fisiológico de las dolencias, que podría residir en un conflicto existente entre el cuerpo y la mente. A través de sus estudios, este investigador elaboró un remedio curativo a través de 38 preparados naturales no farmacológicos, de tipo homeopático, provenientes de una maceración en agua de diversos tipos de flores.
No se trata de un medicamento porque están elaborados con agua, las distintas flores (que crecen de manera natural o son cultivadas) y brandy para conservar; no contienen principios farmacológica ni biológicamente activos. Es más, ni siquiera se trata de fitoterapia ni aromaterapia. Las Flores de Bach están consideradas como una variante de la homeopatía, aunque esta terapia es de difícil clasificación.
¿Cómo se consumen las Flores de Bach?
Por vía oral, cuatro gotas cuatro veces al día. Es recomendable tomarlas alejadas de las comidas porque puede alterar su sabor; además, hacen más efecto a horarios concretos como nada más despertarse, a media mañana, a media tarde o justo antes de ir a dormir. Eso sí, cada persona puede adaptar las tomas a sus horarios y decidir en cuál se encuentra más cómodo.
Las Flores de Bach no producen interacciones con otros medicamentos, y sus efectos secundarios son muy leves comparados con los de la medicina tradicional. De hecho, las reacciones adversas suelen ser emocionales, no físicas.
Beneficios de las Flores de Bach
Su uso es muy beneficioso en estados de depresión, nerviosismo, soledad, timidez, miedos, preocupación, adicciones, estrés, problemas de autoestima o agotamiento físico y mental. También es muy útil en casos de alergias, asma, acné, dermatitis, gastritis o mareos; en estos casos, si bien no solucionan por sí solas el problema, sí son un excelente coadyuvante.
Para elegir cuál de las Flores de Bach es la adecuada para mi problema específico, diversos centros ofrecen especialistas formados en esta disciplina que nos ayudarán a escoger. Es decir, que su efecto no se basa en un simple placebo sino que tiene su base científica que hay que seguir. Ese profesional observará nuestras necesidades y elegirá el mejor tratamiento, la dosis adecuada y nos hará un seguimiento para que todo funcione correctamente. Si hay algo esencial para que las Flores de Bach funcionen, ésa es la constancia.
Esta terapia es apta para adultos, niños, ancianos y hasta animales dada su escasez de contraindicaciones. Eso sí, como su propio nombre indica, son medicinas ?alternativas?, por lo que no deben ser consumidas para más usos que los establecidos.
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